Policarpa Salavarrieta Ríos

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Policarpa Salavarrieta
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Policarpa Salavarrieta
   

Otros nombres: La Pola, Salavatierra, Salvatierra

Género: Femenina

Origen étnico: Blanca

Acontecimientos:

1795  -  Socorro  -  No aplicable  -  Nacida
1817  -  Bogotá  -  Patriota  -  Ejecutada
1817  -  Bogotá  -  Patriota  -  Espió
1817  -  Bogotá  -  Patriota  -  Castigada

Conexiones:

Red Almeyda
Ciudadanas, Gran Colombia
Insurrección de los comuneros
La Pola
Mujeres míticas/folklóricas
Varoniles
Mujeres conmemoradas en estatuas, calles, aeropuertos
Mujeres ejecutadas por Sámano
Mujeres ejecutadas, causa de la independencia (Colombia)
Mujeres espías, causa de la independencia
Mujeres, imagines en timbres
Mujeres, sujeto de retratos/canciones/historias verdaderas y ficcionales

Biografía:

Traducido por Laura Buitrago Santana.

Nació en Guaduas o Socorro, Colombia, el 26 de enero de 1795. Hija de Joaquín Salavarrieta y María Ríos. (Zabala, 40)

Arciniegas la describe como una hermosa mujer de raza blanca. Señala que era de la misma área que Manuela Beltrán y habría sido inspirada por ella. “La Pola” usó sus encantos femeninos para penetrar en las almas de los hombres con el fin de buscar a los republicanos y reunirlos a su lado. Formó una red de espionaje en Guaduas. Fue solicitada por las autoridades y Andrea Ricaurte la recibió en su casa por pedido de sus compadres Ambrosio Almeida y José Ignacio Rodríguez. A sus 20 años, La Pola era “joven, bien parecida, viva, inteligente, de color aperlado”. (Arciniegas, 1961, 80.)

Como muchas otras mujeres, entraba a las celdas de prisioneros para llevarles comida, allí les informaba sobres los movimientos y los planes de las tropas rebeldes. Recogía las noticias en la iglesia, los mercados, las chicherías, y las grandes casas. Ayudó a José Romero a esconder aguardiente de contrabando. Estuvo enamorada de Alejo Sabaraín, que luchó en las batallas por la independencia. Su hermano, Bibiano se unió a los insurgentes a los 15 años. Su hermano, el monje agustino fray José María Salavarrieta, la visitaba. Tenía listas de soldados, contribuciones a la causa independentista y mensajes de los líderes en la casa de Ricaurte. Ricaurte pudo destruir todo cuando La Pola fue arrestada. Fue llevada al Colegio de Nuestra Señora del Rosario, donde fue sentenciada a muerte. 3,000 soldados supervisaron la ejecución de La Pola, su novio Sabaraín, 6 soldados del ejército independentista y un desertor. Arciniegas afirma que marchó a la muerte mejor que cualquier soldado y rechazo el agua porque le fue ofrecida por un español. Fue fusilada con 6 disparos. Poemas y versos sobre ella fueron escritos. Se dijo que Policarpa Salavarrieta era un anagrama de “Iace por salvar la patria”. Años después, cuando se interpretó una obra sobre ella en un teatro de Bogotá, la audiencia lanzó huevos, tomates, tamales y piedras al escenario para prevenir su ejecución. Pusieron las vidas de los actores en peligro. Se restauró el orden cuanto el administrador instó a la audiencia a gritar, como había hecho La Pola, “¡Viva la Patria!”. Anunciaron, "La empresa registra conmovida la formidable demostración de patriotismo del público santafereño, e interpretando, como es debido, sus nobles y cristianos sentimientos, ¡revoca la sentencia de muerte, y envía a la gloria a la grande heroína del país!". El alboroto se convirtió en ovación, Bartolomé Mitre escribió una obra sobre La Pola en Montevideo. Su intención era la de enardecer el patriotismo argentino y denunciar a Rosas. Decidió no dispararle a La Pola. El último acto trat’o sobre su glorificación y la transferencia de su inmortalidad a la historia. (Arciniegas, 1961, 77-89.)

Trabaj’o como costurera, actividad que le permitió ingresar a las casas de los realistas en Bogotá, en donde obtuvo información que pasó a los insurgentes. Se dice que destiló ilegalmente aguardiente, y que en 1817 planeó persuadir a las tropas realistas para que desertaran y se unieran a la causa republicana. (Earle, 139.)

Zabala cita la descripción de Bartolomé Mitre acerca de “su corazón sensible y carácter varonil”. Abrazó la causa patriota desde muy joven. A los 20 años se trasladó a Bogotá y junto con Andrea Ricaurte de Lozano, Carmen Rodríguez de Gaitán y Juana Petronila Nava de García Evia formaron un grupo revolucionario. Pasaron información sobre los guerrilleros de Casanare, las tropas realistas, estado de las armas, las fuerzas y las municiones. Fue encarcelada por el virrey Juan Sámano después de que encontrara a Alejo Sabaraín cargando unos documentos. Se las arregló para avisarle a una de sus compañeras que destruyera cartas comprometedoras. (Zabala, 40-42)

Fue arrestada en 1817 y el 14 de noviembre fue fusilada en la plaza principal de Bogotá. Tenía alrededor de los 20 años. Se convirtió en heroína nacional. Hubo una exitosa revuelta en contra del oficial español que ordenó su ejecución. (Miller, 30.)

Los españoles la capturaron en la casa de Andrea Ricaurte de Lozano. Se dice que había participado junto con su amante. Tenía un hijo. Se escribieron dramas, sonetos y canciones sobre ella. (Knaster, 487-490.)

Cuando fue interrogada por el virrey, se le preguntó si era una conspiradora. Respondió “si” fuerte y claramente. Fue condenada a muerte y el 14 de noviembre de 1817 fue llevada a la plaza para ser fusilada por la espalda. Estaba visiblemente sedienta y un español le ofreció un vaso de agua antes de que muriera. Ella respondió: “no quiero agua de los verdugos de la patria”. Le dijo a la multitud: “no lloréis por mí; llorad por la esclavitud y prisión de vuestros abatidos compatriotas; sírvaos de ejemplo mi destino. Levantaos y resistid los ultrajes que sufrís con tanta injusticia". A los soldados, les dijo, "Asesinos, sois capaces de matar a una mujer. Temblad; coronad vuestro atentado. Pronto vendrá quien vengará mi muerte.". Se rehusó a tener los ojos cubiertos y gritó ¡“Viva la Patria!” (Zabala, 42-43.)

De acuerdo con Hincapié Borda, cuando le dijeron que iba a ser fusilada por la espalda respondió: "Ni es propio ni decente en una mujer semejante posición; pero sin montarme yo daré la espalda si esto es lo que se quiere." (Hincapie Borda, 156)

El General Francisco de Paula Santander encargó que se escribiera una obra sobre su vida. El escritor colombiano José María Domínguez Roche (1788-1858) compuso La Pola. Cuando fue presentada por primera vez en un teatro de Bogotá la audiencia intervino para evitar su “ejecución”. De esta manera, la obra se transformó de drama en melodrama. (Ardila, 464, 469-470.)

Su hermano, Bibiano, fue liberado 3 días después de ser capturado. Se convirtió en sargento en 1824 y vivió hasta 1862. Hincapié Borda dice que Policarpa nació en 1796. La obra de José Domínguez tenía cinco actos, y su primera presentación fue el 23 de julio de 1820 en Bogotá. La obra fue encargada por el General Santander. La obra de Mitre fue escrita durante la tiranía de Rosas. Hubo otro drama, del venezolano Lisandro Rueda, La víctima de la libertad, escrito en 1850. Desde la muerte de La Pola se ha desarrollado un culto entorno a ella. Existen estampas conmemorativas, cervezas, afiches y una marca de vinos usó su imagen. De todas las mujeres fusiladas por apoyar la causa independentista, el caso de Salavarrieta movió el alma nacional, produjo indignación, lágrimas de dolor y suscitó gran patriotismo, ya que su historia llegó al corazón de la gente debido a su actitud, su discurso y la conducta desafiante con la que se enfrentó a sus verdugos. (Hincapie Borda, 47-48, 155.)

Díaz y Díaz cita un Informe sobre La Pola, en donde la llaman “ciudadana Pola Salavarrieta”, “que así mismo fue pasada por las armas, contribuyó a conmover más mi corazón. La muerte de esta joven virtuosa que generosamente había protegido a varias personas afecta a nuestra causa, entre ellas a mi hermano, a mi y a mis compañeros; la muerte, repito, de esta mujer de quien VS ya ha recibido compatriotas, alarmó hasta al sexo débil." Estuvo en el centro de la resistencia en 1817, desempeñando un papel importante. (Díaz y Díaz, 40, 66-67)

El 22 de septiembre de 1817 Almeyda dio elogios al Comandante de los Llanos: "Esa joven virtuosa que generosamente había protegido a varias personas afectadas por nuestra causa, entre ellas a mi hermano a mí y mis compañeros." (Díaz y Díaz, 68-69)

Fue encarcelada en el cuartel Tambo, antiguo Colegio de San Bartolomé. El 10 de noviembre de 1817 se dijo de ella: "Era esta muchacha muy despercudida, arrogante y de bellos procederes, y sobre todo muy patriota; buena moza, bien parecida y de buenos prendas. Salió en medio de los demás presos sus compañeros. Iba en camisón de zaraza azul, mantilla de paño azul y sombrero cubano." Fue ejecutada junto con ocho hombres, entre ellos Alejo Sabaraín, el 14 de noviembre de 1817 a las 11 a.m. (Díaz y Diaz, 87-88)

Probablemente nació en Guaduas el 26 de enero de 1795 (aunque algunos dicen que en Bogotá), hija de José Joaquín Salavarrieta y Mariana Ríos y de ascendencia española pura. Tuvo varios hermanos y hermanas; dos de ellos, José María y José fueron frailes de la orden de San Agustín. Ellos, y otro hermano, Bibiano María, fueron leales patriotas. Bibiano, bautizado en 1801, participó en las campañas desde 1815. Policarpa Salavarrieta ofreció sus servicios a la causa independentista de 1816 en adelante, durante el “reino del terror” de Pablo Morillo. Enviaba información a los republicanos y a las guerrillas patriotas. Fue descubierta, capturada, encarcelada y sentenciada a muerte por el general realista Juan Sámano junto con 8 cómplices, incluyendo a su novio Alejo Sabaraín. Fueron ejecutados en la plaza principal (ahora Plaza de Bolívar) el 14 de noviembre de 1817. Monsalve cita la descripción de Salavarrieta del cronista Caballero: "muchacha, muy despercudida, arrogante y de bellos procederes y sobre todo muy patriota; buena moza, bien parecida y de buenas prendas". Ella y su novio fueron ejecutados antes de que pudieran celebrar su boda. Fueron separados en esta vida pero unidos por la eternidad. Mientras Salavarrieta caminaba hacia su ejecución dijo a la multitud: "¡Pueblo indolente! ¡Cuán diversa sería vuestra suerte si conocieras el precio de la libertad! Pero no es tarde. Ved que aunque mujer y joven, me sobra valor para sufrir la muerte y mil muertes más, y no olvidéis este ejemplo". Su muerte trajo dolor generalizado e indignación, entusiasmo patriótico que se convirtió en venganza. (Monsalve, 190-196)

Mitre ofrece una descripción de su muerte y cita la canción fúnebre según la relatan Leonidas Scarpetta y Saturnino Vergara:
Granadinos, la Pola no existe,
Por la Patria su muerte llorad.
Por la Patria a morir aprendamos
O juremos su muerte vengar.

Por las calles y al pie del suplicio,
Asesinos, gritaba, temblad!
Consumad vuestro horrible atentado,
¡Ya vendrá quien me sepa vengar!

Mitre anota que fue una canción popular en Suramérica. (Mitre, Obras, IV, 279-280)

Biografía traducido por: Laura Buitrago Santana

Referencias:

Dore, Elizabeth, and Molyneux, Maxine (editor). (2000) Hidden Histories of Gender and the State in Latin America
Lavrin, Asunción (editor). (1978) Latin American Women: Historical Perspectives; Contributions in Women's Studies, No.3.
Romero de Valle, Emilia (editor). (1948) Mujeres de América
Arciniegas, Germán (1961) América mágica: II Las mujeres y las horas
Arciniegas, Germán (1988) Manuel de literatura colombiana
Ardila A, Hector M. (1984) Hombres y letras de Colombia
Calle, Manuel J. (1955) Leyendas del tiempo heroico
Davies, Catherine, Brewster, Claire and Owen, Hilary (2006) South American Independence. Gender, Politics, Text
Díaz y Díaz, Oswaldo (1962) Los Almeydas: Episodios de la resistencia patriota contra el ejército pacificador de tierra firme
Hincapie Borda, Alicia (2000) Tras la imagen y la presencia de Policarpa
Knaster, Meri (1977) Women in Spanish America: An Annotated Bibliography from Pre-Conquest to Contemporary Times
Miller, Francesca (1991) Latin American Women and the search for Social Justice
Mitre, Bartolomé (1940) Obras completas de Bartolomé Mitre
Monsalve, José D (1926) Mujeres de la independencia