Augustina Palacios

Género: Femenina

Origen étnico: Blanca

Acontecimientos:

1789  -  Lima  -  Desconocido  -  Ocupó posiciones de poder
1794  -  Lima  -  Desconocido  -  Otro
1797  -  Lima  -  Desconocido  -  Encarcelada / capturada / arrestada

Conexiones:

Monjas
Mujeres, se enfrentaron a las autoridades
Mujeres de carácter
Derechos de las mujeres

Biografía:

Traducido por Saira Talavera

Como Abadesa del Convento de Monjas de Santa Catalina (Lima en 1789), se enfrentó al Arzobispo de Lima en 1789 en un intento de resistir la reforma del convento. Ella también enfrentó y derrotó a dos virreyes (Francisco Gil de Lemos y Taboada y el Marqués de Osorno). El convento fue poco estricto: Se permitió los visitantes masculinos y las Monjas asistieron a corridas de toros. El 21 de marzo de 1789, el Arzobispo escribió al rey quejándose del "desorden escandaloso y criminal" de las Monjas. En agosto de 1780 el Rey respondió que el Virrey y el Obispo deben hacer a las monjas obedecer. Tres años más tarde, nada había cambiado. En febrero de 1794 hubo un "escándalo público" cuando Palacios rompió la ley canónica, al permitir que una laica fuera enterrada dentro de los muros del claustro (suelo reservado para las vírgenes consagradas). El arzobispo hizo un llamamiento al Virrey Gil de Lemos quien accedió a quitar la autoridad de la Abadesa mediante el nombramiento de otra Abadesa quién gobernaría el Convento de Monjas bajo su dirección. Doña Josefa Próspera Gómez fue elegida para reemplazar a Palacios, el 6 de marzo de 1794. A la hora señalada Próspera Gómez no se presentó, estaba "enferma". Dos semanas más tarde, fue inaugurada, esta vez Palacios estaba ausente. Palacios planificó su reelección en 1797, tenía mucho apoyo en el Convento debido a su régimen relajado, y de varios funcionarios reales y profesionales de Lima. Cuando se hizo evidente que Palacios sería reelegida, el arzobispo le acusó de utilizar "medios no éticos e ilegales" para ganar. Fue juzgada y declarada culpable, y por lo tanto no fue elegible para la reelección. Palacios impugnó esta sentencia y, a través de un abogado, apeló al Virrey. Amigos en las altas esferas ayudaron a Palacios a ganar su apelación y fue reinstalada como Abadesa. El Arzobispo hizo un llamamiento al nuevo Virrey, el Marqués de Osorno. Osorno remitió el caso al Real Consejo de Indias en Madrid; tardó 3 años en responder. Mientras tanto, Palacios fue Abadesa. En 1800 el Arzobispo reconoció "su impotencia para imponer su autoridad sobre las religiosas de Lima" y pidió al Rey que interviniera. Martín concluye: "Aunque el imperio español en América había comenzado a desmoronarse a principios del siglo 19, las religiosas coloniales, simbolizadas por Doña Agustina Palacios, aún se mantenían erguidas y firmes en su determinación de preservar su libertad y autonomía [...] las monjas coloniales parecen haber truncado su feminidad renunciando a la maternidad y el matrimonio. En realidad, sin embargo, ganaron una independencia personal y una libertad que rara vez disfrutaban sus hermanas en la ciudad secular. "(Martín, 236-242.)

Biografía traducido por: Saira Talavera

Referencias:

Martín, Luis (1983) Daughters of the Conquistadores: Women of the Viceroyalty of Peru