Una exploración de la participación de las mujeres en las guerras de la independencia en América Latina

Simona Josefa Manzaneda de González

Otros nombres: La Manzaneda, La Jubonera

Género: Femenina

Origen étnico: Mestiza

Acontecimientos:

Conexiones:

Biografía:

Traducido por Laura Buitrago Santana

Nació en La Paz, el 28 de octubre de 1770. Hija natural de María Josefa Manzaneda, del barrio de chabolas de Mecapaca. Es descrita como alta, de hermosos y amables ojos negros, cabello largo y negro en trenza hasta los hombros. Vestía una chaqueta de seda finamente bordada, pantalón corto con botones de oro y perlas, mantón de lana multicolor con un broche de oro, sombrero negro con un pañuelo rojo como una sombrilla, falda de lana de 100 hilos fijada en la cintura, calcetines blancos bordados y zapatos de cabritilla. Usaba largos aretes de oro con perlas y un anillo en cada dedo. Se casó con Pablo González y tuvo un hijo, José María. Estuvo interesada en la causa independentista y luego de la muerte de González trabajó como espía para los patriotas, entrando a los cuarteles y llevando mensajes escondidos dentro de su falda. Trabajó incansablemente y con gusto para aumentar el apoyo de la clase trabajadora y negociar armas y municiones. El 16 de Julio de 1809 dirigió a la gente de Santa Bárbara que apoyaba al movimiento independentista. Cuando los realistas tomaron La Paz, consiguió engañarlos disfrazándose de indígena y caminando de noche por Rio Abajo, donde se escondió en la casa de su familia. Contaba con el respaldo de las fuerzas patriotas de Argentina. Después de la derrota de Huaqui (20 de Junio de 1811), volvió a Mecapaca y trabajó como jubonera, lo que le valió el nombre “la jubonera”, pero ella continuó siguiendo la causa independentista. Cuando se enteró de la rebelión de Pinelo en Cuzco, ofreció su ayuda y dirigió a la gente en la toma de La Paz el 16 de Septiembre de 1814. Los realistas tomaron su revancha en Noviembre de 1816. Cuando el General Ricaforte estuvo en Manzaneda, la detuvieron y la llevaron a su presencia. La condenó a la cárcel. La desvistieron, cortaron su cabello y le dieron un escudo y un aviso con la pena de muerte escrito. Luego la condujeron por las calles de La Paz en un burro y le propinaron 50 latigazos en las cuatro esquinas de la plaza. Finalmente le dispararon por la espalda. (Urquidi, 184-187).


Descrita como una plebeya, fue condenada a ser reprendida públicamente por deslealtad al rey el 16 de Noviembre de 1816. (Gaceta de Caracas, 14/5/1817, p.1022.)

Biografía traducido por: Laura Buitrago Santana

Referencias:

Pérez Vila, Manuel (editor). (1983) Gaceta de Caracas
Urquidi, José Macedonio (1918) Bolivianas ilustres, heroinas, escritoras, artistas, Tomo I