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Writing Type: Letter
Letter to Simón Bolívar showing how she is looking after his economic affairs. It regards orders to make paymants to señor Codecido. She mentions the marriage of Benigna to Briceño, the poor state of the gold mines following the earthquake.
Keywords: Bolívar, Maria Antonia Bolívar, women and economic affairs
Archive: University Library, Cambridge
Location Details: In Vicente Lecuna, Cartas del Libertador, Tomo V, Junio de 1825 a junio de 1826, Lit y Tip del Comercio, Caracas, 1929, pp.225-227 pp.225-227.
Text: Caracas, 30 de octubre de 1825.
Al Exmo. señor Libertador Simón Bolívar.
Mi querido Simón:
Con el mayor gusto he recibido la tuya del Cuzco, y letra de cinco mil pesos para el señor Codecido, la que aun no está paga porque la señora su madre, a quien vino la orden de recibir, no ha querido admitir las onzas a 18 pesos que es su precio corriente aquí, y todos las toman como las he recibido yo; pero el día que quiera tiene su dinero pronto como se lo he dicho por vía de Peñalver. Lo mismo ha sucedido con el Dr. Peña que no ha querido recibir las onzas, sino fuertes; y esta moneda no hay aquí ni yo la tengo; conque sírvate de gobierno para cuando te vayan con mentiras. A la señora viuda de Paúl he dado los quinientos pesos como consta de su recibo. A la de Valero doscientos pesos. A la de Carreño trescientos por haberme significado estar muy adeudada; todo lo que me has mandado he ejecutado a excepción de las casas de La Guaira, que no he tomado ni compuesto, porque Juanica y Josefa María las tienen por sus mesadas: ellas reditúan, según me ha dicho el que las tiene, más de trescientos pesos al mes. Juanica está ya viviendo en la casa del vinculo, y Josefa María en la cuadra. A esta le fué tan sensible e inesperada la determinación de este acontecimiento que habló y dijo cuanto puede decir una mujer frenética o furiosa, de mi se queja amargamente pero es infundado, y yo se lo perdono.
Benigna se ha casado con Briceño hacen ocho días. Te felicito por este enlace tan bueno que ha hecho esta niña con un sujeto apreciable y benemérito como él. Te aseguro que este hombre vino del cielo en unos momentos críticos en que un tal coronel Lima le tenía el juicio trastornado a esta pobre muchacha, pero quiso Dios libertarla de este famoso calavera, porque asesinó a uno de los redactores, y lo encajaron en la cárcel, y luego al castillo de Maracaibo. Yo, a la verdad, me alegré infinito, porque es uno de los muebles despreciables que tenemos en Costa Firme. Briceño asistió a su consejo de guerra. La casa la compuse perfectamente para el casamiento, puse un refresco y un concierto de música. Todo lo que te participo por si te parece bien.
He hablado con los arrendatarios de las minas y dicen que la de oro no está limpia, que está llena de piedra y arena desde el terremoto. Yo les he dicho que para fin de año voy a mandar un comisionado para que la vea y me avise. Pienso mandar a Pablito mi hijo con un español inteligente en minas que hay aquí y entonces te avisaré. También les hablé sobre el dinero que deben poner en el banco de Inglaterra, pero aun no han contestado, porque como que esta contrata está, hecha con varios comerciantes de Londres, es preciso consultarles todo.
He recibido tu poder general, en este mes voy a hacerme cargo de todos tus intereses. Sé que me voy a adquirir muchos enemigos porque no quieren soltar lo que han cogido, pero nada se me da como tu estés contento y servido. Dame tus instrucciones de lo que debo hacer con las haciendas, si también me hago cargo del mayorazgo del Tuy o Padre Aristeguieta, o si se le deja a Anacleto para que acabe de perderlo. Todas las haciendas voy a recibirlas por inventario para que en todo tiempo conste como las recibí y como las entrego, y entonces verás como puedes contar con treinta mil pesos de renta sin necesidad de empleos ni cosas que te molesten. El amo de la hicenda de La Vega, aquélla que tú compraste, quiere venderla y dice te pregunte si no la quieres; dime sí le diste algún dinero, para cobrárselo, pues yo tengo no sé que especie de que se le dieron tres mil pesos, pero no estoy segura de esto; él ha querido cobrarme los atrasos y perjuicios que le hicieron los de Boves el año de 14, que desde entonces está en su poder dicha hacienda; avísame lo que tengas por conveniente. Mi tío Feliciano dice que nada tiene que pagar de Chirgua, y que allí no hay otra cosa de nosotros que tierras y medias en las máquinas, ya he pedido se haga inventarlo de todo lo que haya existente para hacer división de lo que sea de Juan Vicente. Me parece que no se les puede dar a los niños esta finca sin la precisa condición de que no pueda ser vendida hasta que no muera el último de ellos, porque Josefa María, al momento que se vea con algo, comienza a vender, y esos infelices muchachos se quedan a perecer. Ella gasta mucho lujo, y sin fondos no se puede mantener. Bienes libres de Juan Vicente no hay nada más que eso de Chirgua, porque vendió todo lo demás, que era la casa que tiene Madriz, y el hato del Limón, que le compró don Diego Toro.
Celebro Infinito que vengas aquí con tropas como me dices. Esto está muy necesitado de tu presencia: hay mil picardías y partidos, pero en el momento que te presentes desaparece todo. Mandan ahora un comisionado a proponerte la corona. Recíbelo como merece la propuesta, U, que es infame, y parto de las potencias de Europa, a ver si concluyen con nuestra existencia miserable a manos de los partidos; pero di siempre lo que dijiste en Cumaná el año de 14: "que serías Libertador o muerto". Ese es tu verdadero título, el que te ha elevado sobre los hombres grandes y el que te conservará las glorias que has adquirido a costa de tantos sacrificios. Detesta a todo el que te proponga corona porque ese procura tu ruina. Acuérdate de Bonaparte, e Iturbide y de otros muchos que no ignoras; estoy bien satisfecha de te modo de pensar, y te creo incapaz de permitir semejante cosa, pero no puedo menos que declararte los sentimientos de mi corazón por el Interés que tengo en tu felicidad.
La Francia acaba de reconocer la república de Haití, y no ser¡ extraño que haga lo mismo con nosotros.
Anacleto sigue haciendo calaveradas en Bogotá, en términos que el general Santander lo hizo echar de la Quinta, en que estaba viviendo con porción de pillos, y entre ellos unos franceses que se descubrió ser espías. Su mujer quiere quitarte el mayorazgo del Padre Aristeguieta porque dice corresponde a su marido. Ella es una fatua que le hacen hacer cuanto quiere un cuñado que tiene abogado; pero nada conseguirá porque es tuyo, y nadie tiene derecho a él, mientras tú vivas como está declarado últimamente en el pleito de Lecumberri.
Dime sí me hago cargo de él o no; porque, como que Anacleto era tu apoderado, ahora debes decirme lo que tengas por conveniente en esto; él era el que tenía las haciendas y por él su mujer, me han querido comer porque les propuse me las entregaran, según tu poder; pero si quieres se las quito con toda la abogacía de su cuñado; he pagado por él mil y doscientos pesos de sus juegos y ahora dicen que debe m Bogotá ocho mil pesos de lo mismo, conque mira que famoso mozo tenemos.
Inmediatamente que recibas ésta, dime si quieres que te haga preparar con algún comerciante abastos para las tropas que traes, porque aquí no hay nada, nada; esto está miserable en términos que no se halla maíz, ni caraotas, y la carne a real la libra. Bestias no las hay por ningún dinero, porque las extraen para las colonias; en fin, esto está tan perdido que te vas a asombrar cuando sepas y palpes el estado de este infeliz país. Dime igualmente si quieres que te prepare casa, y si la tuya o la mía u otra, en fin, no quiero molestarte más.
Es tuya que te quiere y desea toda felicidad.
Antonia.
P. D. Te estimaré me remitas un pasaporte o permiso para que se venga ese pobre viejo, de Curazao, don Juan Esteban Echezuría, con 80 años y enfermo; mira que no se te olvide. Igualmente me mandas o traes un retrato tuyo, que no tengo.
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