El papel de los médicos de cabecera en el diagnóstico y tratamiento del TDAH
4. Diagnóstico
El proceso de diagnóstico presentado en esta página se refiere al proceso en inglés y seguramente será diferente en otros países.
Aunque no es función del médico de cabecera diagnosticar el TDAH, la comprensión del proceso de diagnóstico, le permitirá ayudar a sus pacientes.
Lamentablemente no existen características físicas específicas identificables del TDAH. Tampoco existe una prueba diagnóstica definitiva, como un análisis de sangre o un escáner cerebral, para confirmar la presencia del trastorno.
Una vez que se ha enviado una derivación a la atención secundaria, la, espera para obtener una cita puede ser muy larga. Puede ayudar a su paciente en este proceso al indicarle dónde encontrar ayuda en Internet o al darle recomendaciones sencillas para poner en práctica en su casa mientras espera a recibir atención sanitaria.
El proceso de diagnóstico puede ser muy largo, a veces de hasta dos años. Puede resultar difícil saber cómo ayudar a los pacientes en este proceso. A continuación encontrará algunos consejos para ayudar a sus pacientes:
En el siguiente vídeo se describen algunas estrategias para ayudar a sus pacientes.
Traducción
En términos de las estrategias para los padres de niños que cumplen con los requisitos para someterse a una evaluación y recibir un diagnóstico de TDAH, creo que hay 2 cosas importantes que podrían probar en sus casas y que probablemente les parecerán muy útiles. Fundamentalmente, en el caso de un niño que puede estar en riesgo de presentar el TDAH, lo que los padres tienen que entender es que necesitan captar la atención de su hijo. Los niños con riesgo de presentar el TDAH a menudo no prestan atención, frecuentemente están perdidos en su propio mundo, no escuchan, no escuchan al entorno, por lo que no oirían al padre o a la madre si los llamara. El padre o la madre siempre tienen que ir y captar la atención del niño. Tienen que ir físicamente a buscar al niño, tal vez a la sala de estar, agacharse a su lado, captar su atención, establecer contacto visual directo con él y decirle lo que quieren que sepa. Eso es muy, muy importante.
La otra cosa que es sumamente importante son los elogios. Sabemos por muchos estudios científicos muy buenos que los niños con TDAH necesitan más elogios, más recompensas, más refuerzos que los niños sin TDAH, pero en realidad reciben menos. Y reciben menos porque a menudo no se comportan de una manera que lleve al padre o a la madre a elogiarlos o recompensarlos. Entonces los padres de niños con TDAH tienen que intentar crear situaciones en las que puedan elogiar a su hijo o hija. A veces hay que buscarlas, a veces hay que ingeniárselas. A veces los padres solo tienen que prestar atención y pensar «Le he pedido que meta la taza en el lavavajillas y lo ha hecho, así que voy a recordarle que me parece muy bien que lo haya hecho. Le agradeceré lo que hizo y le diré que me ayudó mucho.
En el caso de los adultos, creo que los principales desafíos a los que se enfrentan las personas con TDAH son la organización y la planificación. Como son adultos, la vida diaria requiere mucha organización y planificación. Les cuesta organizarse de manera adecuada, porque pueden tener falta de atención y tienden a olvidarse de las cosas, ya que el cerebro de una persona con TDAH funciona de forma menos eficiente de lo que debería. Por lo tanto, estas personas tienen muchos problemas con la organización diaria. Entonces la organización y la planificación son clave. Todos nos organizamos y planificamos de forma diferente, por lo que es muy importante para estas personas encontrar formas de ayudarlas a ser más eficientes en la organización y la planificación. Eso puede implicar usar muchas agendas, notas y pegatinas para recordarles que tienen que hacer las cosas. Puede implicar usar la tecnología de su teléfono, las agendas, los planificadores y recordatorios para que puedan recordar todas las cosas importantes que tienen que hacer ese día y las cosas que tienen que hacer mañana.
También es importante que los adultos con TDAH sean muy conscientes del impacto que la impulsividad puede tener en su comportamiento cotidiano. Sabemos que la impulsividad, por ejemplo, influye en las habilidades de conducción. Los adultos con TDAH tienden a conducir peor, superan el límite de velocidad durante más tiempo y toman decisiones más impulsivas mientras conducen, lo que aumenta la tasa de accidentes. En las relaciones interpersonales, toman decisiones impulsivas para poner fin a una relación o discuten y dicen de manera impulsiva cosas que no querían decir. Esto puede tener un impacto importante en las relaciones interpersonales. Ser consciente de cómo la impulsividad puede afectar la vida diaria, mientras uno conduce o en sus relaciones interpersonales, puede ser muy útil para estas personas.